La defensa pidió una evaluación psiquiátrica del acusado, que contestó con un lacónico "sí" a las preguntas de la jueza Roanne L. Mann de si entendía los cargos que se le imputan.
El sospechoso del tiroteo del subte de Nueva York de esta semana, Frank James, compareció ante un tribunal de esa ciudad estadounidense, donde se le comunicó que será juzgado por “ataque terrorista” y se decretó su prisión preventiva sin fianza.
El acusado “abrió fuego contra los pasajeros de un vagón del metro atestado, interrumpiendo su trayecto matinal, en una forma que esta ciudad no había visto en más de 20 años”, dijo la fiscal adjunta Sara Winik al presentar los cargos.
“El ataque del acusado fue premeditado, cuidadosamente planeado y provocó el terror entre las víctimas y en toda la ciudad”.
James, un afroestadounidense de 62 años que fue detenido sin oponer resistencia mientras caminaba por una calle de Manhattan, podría enfrentar la cadena perpetua.
La policía lo había identificado como el sospechoso de haber activado dos granadas de humo cuando un vagón del subte se acercaba a la estación de la Calle 36 en Brooklyn la mañana del martes, antes disparar contra los pasajeros, lo que dejó 23 heridos heridos, 10 de ellos de bala.
La defensa pidió una evaluación psiquiátrica del acusado, que contestó con un lacónico “sí” a las preguntas de la jueza Roanne L. Mann de si entendía los cargos que se le imputan.
La abogada de James, Mia Eisner-Grynberg, que pidió un “juicio justo”, aseguró que cuando vio su foto en las noticias él llamó a la policía para informarle de su ubicación, en el sur de Manhattan.
Vestido con una amplia camisa color kaki y mascarilla, James estuvo sentado entre dos abogadas y tomó varias veces notas que pasó a sus defensoras, constató un periodista.
Además de ser reconocido por algunos pasajeros que viajaban en el vagón, la policía encontró las llaves del vehículo que había alquilado en Filadelfia, así como el chaleco naranja y verde y el casco de obra que llevaba en el momento del ataque.
Además dejó una bolsa con bengalas, un contenedor de plástico con gasolina y una antorcha.
El acusado, que había llegado a Nueva York la víspera del ataque desde Pensilvania, utilizó en el tiroteo una pistola Glock 17 de 9 mm que compró en Ohio.
En videos que había subido a YouTube antes del ataque, James se refirió al sistema de subte neoyorquino y arremetió contra el alcalde de la capital financiera, Eric Adams: ¿”Qué estás haciendo, hermano? ¿Qué está ocurriendo con la situación de los vagabundos?”.
“En cada vagón que entraba estaba lleno de vagabundos, tantos que no podía estar”, dijo James, quien en algunos videos abraza las teorías conspirativas.
Nueva York viene registrando este año un aumento de los tiroteos y el repunte de los delitos violentos es una de las principales preocupaciones de Adams, quien asumió en enero.
Elegido con la promesa de garantizar la seguridad en las calles de la capital financiera del país, de casi nueve millones de habitantes, el alcalde lanzó a fines de enero un plan para reducir la proliferación de armas de fuego, tras la muerte de dos policías por bala durante una intervención en un domicilio particular.
En febrero, el alcalde decretó el desalojo de los vagabundos que se refugian en el subte, en particular durante el frío invierno neoyorquino.